2ª Exposición en Estepa: "Un convento mágico y un aroma irresistible"



Torre de La Victoria en Estepa. Foto: Antonio J Pérez

Nada más entrar en Estepa pude localizar la calle donde vive mi amigo Eusebio Rico, compañero de Bellas Artes que me esperaba ante la blanca fachada de su casa, una imagen que con solo contemplarla, me llevaba de repente a Andalucía; con los inconfundibles naranjos cargados en fila sobre las aceras contrastando con las relucientes casas encaladas, era una postal inconfundible. La sorpresa fue al bajarme del coche, un agradable olor inundaba la atmósfera, fue como si entrara en los hornos de una pastelería, el olor a mantecados que no se perdería en ningún momento de la visita, sería un aliciente más para sentirse cómodo en aquel lugar.



En la entrada del Convento de Santa Clara.



Cartel de la Exposición.
Nos dirigimos al Convento Primitivo de Santa Clara, fundado en 1599 por el Marqués de Estepa y donde se encontraba la exposición "Interpretando a Murillo". Se trata de un lugar mágico con un encanto especial, ubicado en el cerro de San Cristóbal, un lugar estratégico y el más elevado de Estepa, situado junto a la iglesia de Santa María la Mayor que alberga un imponente retablo barroco, y el Alcázar árabe con su majestuosa y prominente torre, todo ello dentro del recinto amurallado del que sobreviven algunos tramos y que ayudó a mantenerlo siglo a siglo hasta nuestros días.

Panorámica de Estepa desde el Cerro de San Cristóbal.
 Foto: Antonio J Pérez

Vista de la Iglesia de Santa María la Mayor y Matriz con el Convento detrás, desde el Alcázar.
 Foto: Antonio J Pérez

Instantes de una visita guiada.

Instantáneas durante la explicación del Proyecto.




Visitantes de la Exposición contemplando las obras.

Las monjas de clausura que se encargan de mantener el Convento Primitivo, con el encanto de un pequeño tesoro, conservando en él una maravillosa colección de obras de arte que se muestran al visitante, de manera que éste puede hacer un recorrido observando a la vez cómo la restauración del Convento Primitivo ha permitido sacar el valor de cada rincón, desde el sencillo y alargado refectorio abovedado, pasando por el claustro porticado, hasta la cocina con sus enseres y el viejo molino de harina que se utilizó en tiempos para poder realizar esos sabrosos mantecados que en su momento fueron los que dieron origen a la tradición de elaboración artesanal en Estepa.


Refectorio del Convento Primitivo con algunas de las obras.


Un lugar mágico en el que ahora Verónica, encargada de la conservación y rehabilitación artística, ha sabido montar la exposición fotográfica, colocando cada foto en un lugar estratégico 
del convento sabiamente seleccionado y realizando el proyecto paralelo "MURILLO 2.0" para alumnado de diferentes etapas educativas que visitaban el Convento y la Exposición.

"Santa Rufina" en un lugar privilegiado del refectorio.

Con Verónica Tejada, Conservadora de museos y Exposiciones
 y Gestora del Departamento de Comunicación del Convento Primitivo de Santa Clara.

Dentro del recinto del Convento se halla la Iglesia barroca de Santa Clara con una decoración pictórica y ornamental gratamente sorprendente, siendo una visita muy recomendable.


Interior de la iglesia de Santa Clara. Foto: Antonio J Pérez


Con Eusebio Rico ante su obra en metal para el Convento Primitivo de Estepa.

No me pude ir de aquel lugar sin conocer a la madre abadesa, una monja tan dulce como los productos típicos que nos dieron a probar. Una reproducción de la foto de "la Inmaculada" se queda en ese Convento como muestra de afecto por el recibimiento de la exposición en las paredes de "su casa". 




A parte del placer de hacer esta visita con personas a las que aprecio mucho, me fui de Estepa llevándome un grato recuerdo multisensorial: la vista de toda Estepa desde lo alto de la Torre, el sonido susurrante del viento allí arriba, el tacto del frágil mantecado, el primero de la temporada, al igual que el gusto dulce al paladar, y cómo no, el olor, tan agradable que tardaré en olvidar.  








Comentarios

  1. Todas esas sensaciones las percibimos pero nunca hubiera sabido expresarlas así. Gracias por tu magnífico trabajo

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